Endoscopy 2011; 43 - A69
DOI: 10.1055/s-0031-1293097

TRATAMIENTO DE FUGAS Y PERFORACIONES ESOFÁGICAS DE ORIGEN BENIGNO MEDIANTE LA COLOCACIÓN TEMPORAL DE PRÓTESIS METÁLICAS COMPLETAMENTE RECUBIERTAS

A Orive-Calzada 1, 3, A Calderón-García 2, AB Díaz-Roca 2, A Bernal-Martínez 1, MT Bravo-Rodríguez 2, M Navajas-Laboa 1, L Hijona-Murumendiaraz 2, S Torres-Burgos 1, JL Cabriada-Nuño 1, VM Orive-Cura 2, 3
  • 1Hospital de Galdakao-Usansolo, Galdakao (Bizkaia)
  • 2Hospital de Basurto, Bilbao (Bizkaia)
  • 3Clínica V, San Sebastián, Bilbao (Bizkaia)

Introducción: La colocación de prótesis metálicas autoexpandibles, tanto parcial como completamente recubiertas es una alternativa conocida y eficaz a la cirugía en el tratamiento de fistulas esofágicas de origen neoplásico. Las perforaciones de etiología benigna, siguen siendo una patología muy grave, potencialmente mortal incluso a pesar de recibir tratamiento quirúrgico precozmente. En este estudio, describimos nuestra experiencia en la utilización de prótesis metálicas autoexpandibles completamente recubiertas (PMA-CR) en el tratamiento de fugas, fístulas y perforaciones esofágicas de etiología benigna.

Material y Métodos: Hemos recogido en una base de datos común los datos de todos los pacientes a los que se les ha colocado una PMA-CR para el tratamiento de perforaciones esofágicas de origen benigno en tres hospitales diferentes entre Agosto del 2004 y Agosto del 2010. Hemos revisado la eficacia del tratamiento, así como las complicaciones y el tiempo de permanencia de las prótesis.

Resultados: Un total de 54 stents fueron liberados en 34 pacientes con perforaciones esofágicas (22 hombres y 12 mujeres), con una edad media de 60.32±14.85 (rango 26–78). Se incluyeron 22 (64%) fugas anastomóticas post-quirúrgicas, 3 (9%) perforaciones espontáneas (sd de Boerhave), 6 (18%) perforaciones post-endoscópicas y 3 (9%) fístulas de otro origen. Tan solo uno de los pacientes era ASA I, 11 eran ASA II, 13 ASA III y 9 ASA IV. La mayoría de los stentss (82%) se colocaron mediante una técnica endoscópica pura, sin control radiológico, mientras que se empleó una técnica combinada endoscópica y radiológica en el 18% de los pacientes. Los stents permanecieron colocados por una mediana de 44días (máx 1460días/mín 9días). El cierre de las fistulas se consiguió con éxito en 27 pacientes (79,44%). Los pacientes con los que se obtuvieron resultados exitosos tenían tendencia a presentar perforaciones de menor tamaño (1,7963±1,137 cms; Max: 5cm/min 0,5 cms) cuando se comparaban con aquellos pacientes en los que el tratamiento fracasó (3±0,393 cms; Max 4cm/min 1.5), siendo las diferencias encontradas estadísticamente sinificativas (p=0,023). Estos pacientes con resultados exitosos fueron además tratados más precozmente desde el diagnóstico de la perforación (11,04±9,349 days) cuando se comparaba con aquellos en los que fracasó el tratamiento con stents esofágicos (32±44,145), pero las diferencias encontradas no fueron estadísticamente significativas (p=0,199). 6 pacientes fallecieron (mortalidad global del 18%), si bien solo 3 fallecimientos (9% de los pacientes) tuvieron relación con la perforación (3 casos de mediastinitis). El otro 9%, no se relacionaba con la perforación ni la técnica endoscópica: 1 aspiración bronquial, 1 Accidente Cerebro-vascular (ACV) y una tras una intervención quirúrgica sobre su rodilla. La tasa de complicaciones fue del 36,69%, todas ellas menores (10 migraciones y una perforación), resolviéndose todas ellas con tratamiento endoscópico.

Conclusiones: 1/Las fistulas, fugas y perforaciones esofágicas de origen benigno pueden ser tratadas de forma eficaz mediante la utilización temporal de prótesis esofágicas autoexpandibles completamente recubiertas 2/Todas las complicaciones encontradas fueron leves y pudieron tratarse endoscópicamente. 3/Las fistulas de menor tamaño presentaron mejores resultados que las de un diámetro mayor.

Referencias: – Urschel JD. Esophagogastrostomy anastomotic leaks complicating esophagectomy: a review. Am J Surg. 1995;169:634–640./- Schwartz RW, Strodel WE, Simpson WS, et al. Gastric bypass revision: lessons learned from 920 cases. Surgery. 1988;104: 806–812./- Morgan RA, Ellul JPM, Denton ERE, Glynos M, Mason RC, Adam A. Malignant oesophageal fistulas and perforation: management with plastic covered metallic endoprosthesis. Radiology 1997; 204:527–532